Sueltos a doble cara

Santiago Abascal a Gabriel Rufián: “Usted dice que no se va porque tiene que quedarse aquí a combatirnos a nosotros... ¿A ver, Superman, qué va a combatir usted a Vox?”

(Leer si se simpatiza con Rufián) A usted y a su horda de dictadores retrógrados vestidos de un traje tan desfasado como sus ideas. Basta de discursitos modernos cuando su ideología resulta decrépita hasta para las prehistóricas mentes del medievo. A su lado incluso un austrilopithecus parece hipster. Avance señor Abascal y abandone Smallville.

(Leer si se simpatiza con Abascal) Nada, pues los supuestos revolucionarios que combaten por un interés, también se callan por el mismo. Un aparente beneficio social de 800m², jardín japonés, piscina climatizada y hasta aparcacoches. Estos independentistas dicen ir con antorchas, pero se escudan en linternas. El Superman de película no llega ni a malo de Batman porque, al menos, el Joker resulta creíble.