Sevilla, vivir soñando

Dicen que los soñadores son unos ilusos, unos inconscientes. Que los sueños son eso: sueños. Algo lejano, idílico. Pero a mí me gusta pensar, que por suerte o por desgracia, a veces se cumplen. Y eso que no soy de Sevilla.

Y es que en Nervión, dicen que nunca se rinde. Dicen que no importa estar a menos de 5 puntos del descenso, que da igual, que no influye ir 2-0 abajo, incluso en el 85 en un estadio, aterrador, como Old Trafford, contra un equipo de pesadilla, como el Manchester United.

Bueno, pues llega el Sevilla allí, al cementerio de los mitos, a la reciente tumba europea de Betis y Barcelona. Y pese a todo, pese a su temporada, se les ocurre soñar. Y es que, al fin y al cabo, ¿qué mejor sitio para soñar que el Teatro de los Sueños?

Básicamente, porque dicen que ese día es el suyo, que esa competición es la suya. No importa si fue con dos goles en propia, da igual si estuvieron 85 minutos contra las cuerdas o si se vieron fuera incluso antes de empezar el partido.

Porque esto es Jueves, esta es la Europa League y este es el Sevilla. ¿Por qué no íbamos a soñar?