Psicología o cómo decantar un Clásico
- Fernando Fraile
- 18 mar 2023
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 22 mar 2023
La mente de los jugadores es un arma de doble filo: puede llegar a hacerles imparables o someterlos. Por ello, el factor psicológico puede marcar la diferencia en el próximo Clásico.
El ser humano, tan simple como complejo, y su particular manía por autodestruirse. Y es que las heridas duelen, pero a veces nos empeñamos inconscientes en hacerlas más profundas. Casi por naturaleza. Como cuando un gol encajado en Europa extirpa la confianza de un equipo sin importar su preparación o talento. Miles de años de historia invertidos en demostrar que la Tierra es redonda para que, al final, muchos jugadores acaben considerándola una pendiente. En los momentos delicados, se duda. Todo parece estar cuesta arriba. Y en el Clásico, titubear está prohibido.
El entrenamiento de cualquier deportista se fundamenta en cuatro pilares: físico, técnico y táctico, pero también psicológico. Un factor indispensable y, afortunadamente, normalizado en las últimas décadas pues, como admite Rafael Mateos, profesor de la UAM y psicólogo deportivo en Train Your Mind, centro especializado en ayuda psicológica a tanto clubes como jugadores, “a un nivel tan alto como el de élite, cualquier mínimo detalle marca la diferencia”. Precisamente, un detalle que puede decantar la balanza en el próximo Clásico.
Real Madrid, un bucle dorado
Si hay un equipo mentalmente preparado para erguirse ante cualquier situación, por muy agónica que parezca, ese es el Real Madrid. El conjunto blanco parece incluso disfrutar del precipicio, caminando con la certeza de que, pese a tropezarse, el abismo nunca conocerá su nombre. Esta temporada, después de evitar el derrumbamiento que un 2-0 en Anfield podría suponer y transformar en pesadilla la ilusión del Liverpool, Mateos se deshace en elogios: “su estabilidad mental es tremenda, esa seguridad y confianza en lo que hacen”.
Europa es un catalizador de emociones. También de las buenas. Unas que hacen al Real Madrid casi indestructible. Prueba de ello, encontramos la solvencia con la que maniató al Liverpool en el Bernabéu. Y es que como reconoce Mateos, “no hay ningún psicólogo que te lo que da el ganar”.
El éxito pasado de los merengues, con remontadas inverosímiles en los últimos minutos, aporta la seguridad y confianza necesarias como para volver a enfrentarse a dichas situaciones con la convicción de que pueden salir victoriosos. El triunfo pasado alimenta mentalmente a los jugadores para conseguir el presente. Un bucle dorado que puede llevarles a recortar distancias visitando al líder.
“En situaciones adversas se sienten más capaces de reaccionar porque ya lo han hecho antes. Por mucho que yo te diga que puedes hacer algo, lo que más convence es que lo hagas. Y el Madrid lo ha hecho muchas veces”, relata Mateos sobre la clave de los madridistas en las últimas Champions.
Barcelona, un fantasma viene a verme
Durante esta temporada, el conjunto blaugrana ha vuelto a evidenciar su problema con Europa. Mientras en Liga se muestra sólido y casi inexpugnable (8 goles encajados y solo dos derrotas en 25 partidos), su campaña al recorrer el viejo continente delata sus complejos (16 tantos recibidos y 4 derrotas en 8 partidos). Unos complejos que van más allá del plano futbolístico. Al cruzar la frontera nacional, el FC Barcelona no solo compite contra sus rivales, también contra sí mismo, contra sus propios fantasmas.
La fragilidad mental en Europa repercute en su estado de forma en España. De hecho, la eliminación del año pasado así como las dos de esta temporada han supuesto una derrota en el siguiente encuentro liguero. Cádiz (0-1) y, este año, Real Madrid (3-1) y Almería (1-0), se han aprovechado de la dinámica negativa del conjunto blaugrana. Los fantasmas europeos persiguen a los culés.
Sin embargo, pasada la decepción inicial, los blaugranas han vuelto a la senda del éxito curtiendo su personalidad a base de triunfos. Unos, que como confiesa Mateos, "son claves para seguir creyendo en lo que se hace”.
Según Mateos, las experiencias pasadas son el principal motivo de su sucesión de tropiezos en Europa. En especial, una vez recibido el golpe de encajar un tanto, pues, en ese momento, “la confianza se reduce mermando el rendimiento”. Además, “sentirse incapaz de superarlo”, ahonda el problema. Así, el propio Barcelona hace de su hoyo, uno más profundo en competiciones como la Champions. Sus pensamientos negativos inhabilitan, por ejemplo, una posible remontada. Los blaugranas son víctima y verdugo. Su mente se cubre de tierra.
No obstante, a través de “la evaluación y un plan personalizado sobre cada jugador”, la situación puede revertirse. En especial, como confiesa Mateos, “preparando previamente cómo reaccionar, no solo futbolísticamente, también psicológicamente, a ese momento”.
Consecuentemente, trazar diferentes planes de partido, teniendo en cuenta cada posible envite, hará que el equipo tenga más confianza para afrontar los mismos. Preparar la reacción antes de verse obligado a mostrarla, saborear la crudeza del puño antes de recibir el golpe. Así, cuando se encaje, no se caerá a la zanja; sonreirá y empezará a repartir palazos.
Este domingo, disputaran su primera final para redimirse de sus fantasmas del pasado. Un partido liguero del presente que puede empezar a afianzar su mejor versión en las grandes noches europeas del futuro. Un partido para ser aún más líder, para volver a creer en sí mismos.
Para Rafael Mateos, “improvisar en el deporte de élite no es nada recomendable”. Y es que, si los jugadores se preparan física, técnica y tácticamente, ¿por qué descuidar el plano psicológico? ¿por qué no preparar también cómo gestionar un partido anímicamente? Al fin y al cabo, la Tierra puede ser redonda, pero así, llegar a la victoria será más fácil. Tanto como bajar una cuesta. Y, tanto Barcelona como Real Madrid, llegan a su cita en patines.
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