Los niños que dejaron de serlo

Lo de ayer no fue un partido cualquiera. Vale que es el Real Madrid y es la Champions. El amor verdadero dicen unos, separados al nacer dicen otros. Sea cuál sea, todos sabemos que es algo especial. Se sienten tan cómodos como un niño en una juguetería, pero es que ayer, viene el Manchester City, con su monstruo particular, y le metes en una jaula. Viene el dominador por excelencia y le dominas.

Fue un 1-1, pero bien pudo ser un 2-0. Esta vez Houdini, se quitó las cadenas sí, pero estuvo a punto de ahogarse. Aunque también hay que dar créditos a los ingleses, que supieron hacer algo que nadie hizo en la pasada temporada, saber sufrir en el Santiago Bernabéu.

Muchos jugadores se han bautizado, han hecho la comunión y hasta parece que se han casado en todo este tiempo. Camavinga a pasado a ser Don Eduardo, a Rodrigo se le intuye la barba y Vinicius Junior, de Junior ya no tiene nada.

Esta camada de Ancelotti, sus niños, está creciendo a pasos agigantados. Madurando a base de morder oro. Para, sobre todo, en las grandes noches, ser aquello que el Madrid ha sido siempre.

Los Modric, Kroos, Carvajal, Benzama… no serán eternos. El próximo miércoles, estos niños, que ya no lo son tanto, se enfrentarán a su siguiente reto. Uno que a nadie le gusta, vestirse de negro y velar al difunto.

El miércoles habrá un entierro. Uno de los grandes se despide de la Champions. El otro, se despide de él. Veremos qué equipo llevará la pala.