España se queda sin vidas

Una Roja sin contundencia se deja puntos ante Suiza (1-1) y está obligada a ganar contra Alemania si quiere avanzar en la UEFA Nations League

Tras el último colapso en el mundial, la selección española necesitaba rejuvenecer sus filas para poder volver a optar a algún título que devolviera a su afición el orgullo de épocas pasadas.

La nueva dinámica de Luis Enrique parecía atisbar luz después de unos años entre tintes grises. No obstante, desde las últimas fechas, el asturiano ha cambiado de brocha o, quizá, ha sido el cansancio de los jugadores, debido al confinamiento por la pandemia, quien ha saqueado hasta su tintero.

Sea como fuere, la roja sigue sin convencer.

Los parones de selecciones, esos denostados momentos en los que el fútbol tiende más a ser ese juego intranscendental en el que 22 babuinos se pelean por un mismo plátano, hace tiempo que seducen. Suiza recibía a una España con posibilidades de clasificarse a la final four de la Liga de Naciones. Sus opciones siguen intactas, pero para ello tendrá que arrebatarle el plátano a una insaciable Alemania que ya ha puesta la mesa para comer.

España controló el partido, controló el esférico y las ocasiones, pero no pudo controlar el resultado.

Monopolizó la posesión llegando hasta un 70% y tiró hasta en 20 ocasiones pero el peligro venía de tierras alpinas. Precisamente, fue desde un saque de puerta suizo cuando pudo Freuler adelantar a los locales en el transcurso de la primera parte.

Cuatro toques, tan simple como esclarecedor, para mostrar las carencias defensivas de la zaga española. Apertura para el lateral que prolongaba hacia la carrera de Embolo y encontraba a Freuler sin oposición para realizar un escorzo que vestía de magia las redes de Unai Simón. Por su parte, Ferrán Torres, en la salida de un córner, fallaba la más clara para España en el tiempo añadido.

Durante la segunda parte, España continuó bailando con el peligro, pero siempre le pisaba los pies. Posesiones monótonas sin fructificar que podrían haber acabado con el segundo tanto de Suiza ante un error en la salida de Unai que, sin embargo, despejaba Ramos bajo palos.

Hasta en dos ocasiones, el resto de luces se apagaron para que los focos ensalzaran la danza entre Sommer y Ramos desde el punto de penalti. El primero, una mano ante un cabezazo del propio camero. El segundo, un derribo a Morata que le costaba la segunda cartulina a Elvevi. Once metros que separaron su arrogancia del gol pues en ambas ocasiones Sommer acabó riendo, especialmente, tras el fallido intento de panenka. Así, Ramos terminaba con su racha de penaltis consecutivos anotados pero no con su protagonismo, pues para bien o para mal, el capitán siempre es noticia.

Gerard Moreno revolucionó el sistema ofensivo con su entrada en los últimos minutos. De hecho, anotó el tanto del empate tras una buena internada de Reguilón. Una actuación que junto a la de Morata puede decantar el dibujo del técnico para el próximo partido.

La roja depende de sí misma para poder llegar a las eliminatorias de la Nations League si vence este mismo martes a Alemania. La posibilidad de redimirse o de continuar siendo la sombra de aquel equipo que un día fue.