Dortmund, en busca de su amor perdido
- Fernando Fraile
- 26 abr 2023
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 28 abr 2023
El conjunto de Terzic es líder por delante del Bayern siendo el mejor equipo del 2023 y opta a su primera Bundesliga desde 2012
El tiempo es relativo. Nadie llega tarde, pues el destino es siempre puntual a su cita. Una que el Borussia Dortmund lleva más de una década esperando. Once años consecutivos en los que la gloria, por momentos traicionera, se ha limitado a vestirse de rojo. Una extraña cuyo acento, después de tanto tiempo, se confunde con el de cualquier muniqués. No obstante, esta temporada, el BVB afronta las últimas fechas desde el liderato. Cinco jornadas para que la Bundesliga vuelva a pasar el verano entre muros amarillos.
Echte Liebe, amor verdadero
“Prometo serte fiel en las alegrías y las penas”, juraron unos hinchas que, sin saberlo, tan sólo celebrarían dos DFB Pokal (Copa de Alemania) de su legítimo equipo en la última década. Ahora, tras cuatro años de espera para poder repetir liderato en Bundesliga y once de sometimiento ante la tiranía bávara, el conjunto al que se entregaron en cuerpo y alma puede volver a ser campeón de Alemania.
El titubeante inicio de temporada, tras el regreso de Edin Terzic al banquillo, comenzaba a sumir en la penumbra las últimamente postergadas vitrinas borussen. De hecho, con el mismo número de victorias que derrotas (6), encaraban el nuevo año huérfanos de ilusión. Sin embargo, un 2023 casi impecable ha hecho que unos simples aspirantes a Champions sean, actualmente, los favoritos al título.
Su racha de tan sólo una derrota en los últimos 16 encuentros ligueros ha propulsado al BVB desde la sexta plaza al primer puesto, convirtiéndose así en uno de los mejores equipos del mundo, en el mejor local de Alemania. Una racha que ahonda la crisis amorosa de sus vecinos en Munich. Una racha que aviva la pasión en la südtribüne, haciéndoles creer, cómo pronuncia su lema, en el amor verdadero. Incluso, hasta que la muerte los separe.
Los cañones del muro amarillo
La tercera plantilla más joven de Bundesliga destaca por la voracidad con la que devora espacios, con la que arruina defensas. Prueba de ello son los 27 tantos marcados en los últimos 9 partidos. Un gol que, no obstante, carece de codicia. Y es que, pese a no tener a ninguno de sus jugadores en el ranking, hasta siete de ellos rozan la decena de goles. Un muro repleto de artillería.
Toda arma tiene su bala, pero el BVB posee la más rápida de toda la liga. Y es que Adeyemi ha llegado a alcanzar los 36.5 km/h, según las métricas oficiales de Bundesliga. Una que, sumada a la capacidad de Malen por adelantar guepardos, alimenta las transiciones de los borussem por banda mientras jugadores como Bellingham, Brandt o Haller martillean la frontal del área. La defensa desnuda intentando defenderse de la sombría mirada del tanque con un paraguas.
Cuando el muro era dorado
Fueron dos Bundesligas consecutivas (2010/11-2011/12) lideradas por un Jürgen Klopp, entonces desconocido, con una plantilla todavía anónima. Al menos, en términos internacionales. Era el BVB del hijo pródigo, de la presión constante y verticalidad en ataque. Era el momento de la plenitud de Götze, del dominio de Gündogan, de los primeros mordiscos de Lewandoski. Era el origen de la némesis del Real Madrid, aquel a quien destrozaría en el Signal Iduna Park (4-0) durante la próxima temporada (2012/13) en Champions. Desde entonces, pese a sus dos DFB Pokal (2017, 2021), el abismo.
De su época dorada, sólo quedaron escombros. Algunos se fugaron como Perišić, otros traicionaron como Lewandoski, Götze o Hummels, marchándose a su rival más directo. No obstante, acaba llegando un día en el que las nuevas caricias dejan de ser cálidas. Tan frías como el metal. Un día en el que dejan de importar las monedas y, como hicieron los dos últimos, se acaba volviendo a casa.
Marco Reus, continúa el latido
Sólo hay un jugador que perdura desde entonces. Once años, pese a las despedidas y lesiones. Marco Reus, el eterno capitán que llegó un año después de la última liga, la misma temporada que la final de Champions contra el Bayern. El primero de sus casis.
El oriundo de Dortmund acaba de renovar una temporada más, hasta 2024. Con 33 años y 161 goles anotados, está a 17 tantos de convertirse en el máximo goleador del club. El jugador que aún cree en las promesas, que los finales también pueden ser felices. Aún más si esta temporada consigue levantar su primera y última Bundesliga con el equipo de sus sueños. Su primer y último amor.

Las manillas del reloj marcan menos cinco. El agobiante e incesante latido del minutero aprieta aún más un nudo que lleva años atado. El mantel está puesto, la cubertería pulida y los platos servidos. Mientras tanto, el Borussia Dortmund no para de buscar angustiado caras conocidas desde su silla. Ya está sentado, pero desconoce cuánto tardará el destino, si este será el año en el que la Bundesliga acuda a su cita.
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