Afición, tan fiel como necesaria

Hay tardes en las que Madrid se viste de gala aunque, irónicamente, sus calles se desnuden de multitudes. Por unos instantes, la ciudad parece detenerse. Todo se mueve a cámara lenta. Incluso las carreras de los rezagados que llegan tarde a su cita con la historia, a su cita con ElDerbi de Madrid. Y es que, derbis ha habido muchos, pero ninguno nunca es como el siguiente. De ahí que las uñas sufran, que las gargantas se resientan y el corazón se excite. Este sábado, 25 de febrero, será el próximo y Madrid quiere tocar el cielo. (Publicado en Relevo)

Después de varios resultados abultados, el conjunto merengue llega reforzado anímicamente a uno de sus partidos fetiche. Aún más tras asaltar Anfield. Mientras tanto, el mejor Atlético de Madrid de la temporada pretende encomiarse a la figura de Griezmann para repetir el triunfo que cosechó en la 20/21.

Vivimos cómo adictos al presente, sin valorar aquello que tenemos. Al menos, hasta que lo perdemos. Por suerte, las aficiones son eternas. Y es que, ElDerbi de Madrid no sería el mismo sin su afición. Sin la atlética, Sandra Aguado, que recuerda cómo, aún estando en el paritorio, deseaba volver a tiempo a su habitación hospitalaria para disfrutar del partido ante el Real Madrid; o sin la madridista, Miriam Gamo, que celebra goles en una casa donde abuelo y nieta visten colores diferentes abrazando una rivalidad que, lejos de distanciar, une. La afición hace del fútbol algo más que un deporte, del derbi algo más que un partido.

“Ese pique sano, esa atmósfera de amistad”, destaca el atlético Javier Herreros del partido entre los dos clubes históricos de la capital. “Hay rivalidad, pero también respeto, amistad y simpatía”, confiesa el madridista Carlos Ley. Las familias, vecinos y barrios se dividen durante el encuentro, pero tras el pitido final: “se acaba brindando con la gente del equipo rival porque lo importante es la diversión”, admite Aguado.

“Corazón, entrega, amistad, rivalidad, pasión”. Así definen, uno tras otro, ElDerbi de Madrid, una cita “especial” en la que “debería primar el respeto”. “El mejor derbi sería uno en el que las dos aficiones aplaudiesen algo en común”, reconoce Aguado.

Los días se suceden en el calendario buscando aquel rodeado en rojo. El momento ha llegado. Esta vez la cita transcurrirá en el Bernabéu entre un Real Madrid pletórico y un Atlético de Madrid ansioso por dominar su ciudad. Al menos durante 90 minutos, pues cuando finalice el partido, la ciudad recuperará su curso aunque solo algunos hayan rozado las nubes.